¡24 Horas Para Vivir al Máximo!

¿Qué harías si supieras que tienes 24 horas de vida? Esta pregunta no es para desanimarte sino para alegrarte. Déjame decirte que es una razón para despertar y comenzar a realmente vivir. Tu tienes este tiempo, otros ya no, ya se fueron, ya no están, tu sí.

En una ocasión un amigo me preguntó ¿Cuántos años tienes? Y yo respondí la edad que tenía en ese momento, los años que había vivido, entonces él contestó muy seguro: “No, esos son los que YA NO tienes, eso ya se te fueron, ya los viviste”. Me dejó con cara se asombro, posiblemente como te encuentras tú en este momento al leer estas líneas. ¡Cuánta verdad tenía! Esos años realmente ya se habían ido y al pensar en cuántos realmente tenía, ni yo misma lo sabía. Hay un pasaje en las Sagradas Escrituras que dice que la edad promedio de una persona son 75 años y en los más robustos y fuertes 80, hablo de un promedio, yo se que hay muchas personas que viven muchos años más. El diseñador puede añadir los años que él quiera a una persona. Ahora, podrías en este momento pensando en este promedio y en la edad que tienes ahora calcular ¿cuántos años son los que realmente tienes para vivir? Y por favor piensa si, realmente los vas a vivir o mal vivir. Si comienzas a pensar en ello posiblemente te comiences a preocupar por el futuro y estarías cayendo en ansiedad; por eso, que te parece si solo pensamos en las próximas 24 horas.

Si pudieras planear tu día, ¿qué pondrías en tu lista? Posiblemente escribirías cosas como estas:

  • Me pondría a cuentas con Dios. Le pediría perdón por todo.
  • Me levantaría temprano para aprovechar cada minuto del día.
  • Correría a la cama de mis hijos y les haría cosquillas hasta cansarlos, reiría con ellos a carcajadas. Les pediría perdón por mi mal trato o por ignorarlos.
  • Abrazaría a mi esposo y le daría las gracias por haberme escogido como su compañera de vida.
  • Soltaría mi pasado y dejaría de preocuparme por el futuro pues, solo tengo 24 horas.
  • Dejaría de culparme por todo.
  • Les diría a mis seres queridos cuánto los amo.
  • Extendería el perdón a quien me ha ofendido.
  • Pediría perdón a quien ofendí.
  • Trataría de dejar todo en orden.
  • Daría instrucciones y consejos.
  • Abrazaría, besaría a toda mi familia, les diría cuánto los amo, que todas sus ofensas ya están perdonadas.
  • Sería más espiritual. (En el último segundo antes de partir todos somos más espirituales).
  • Seguro no me preocuparía por lo que ya pasó ni por lo que pasará, viviría el ahora.

Como ves, con todo esto, no tendrías tiempo para pensar en todas las tonterías, pequeñeces o cosas sin sentido que normalmente piensas cuando crees que tienes una larga vida por delante. Lo cierto es que dejarías ir ese pasado tan tormentoso por el que tanto te culpas y que has querido remediar y no has podido y disfrutarías tu hoy, tu presente, tus últimas 24 horas. Posiblemente dejarías de ver al horizonte preocupándote por el porvenir.

La buena noticia es que lo único seguro que tienes es el HOY, el AHORA, estas horas de tu presente. Hoy es el día en que puedes levantarte dispuesta a tomar el día y simplemente VIVIRLO de la mejor manera y, eso, eso que planeaste hacer si tan solo te quedara un día de vida, eso, querida amiga es lo que tienes que hacer hoy, hoy en estas 24 horas para realmente VIVIR y vivir al máximo, libre de culpas, de temores, de preocupaciones que solo te roban todo lo bueno que Dios te ha dado; La vida.

Vivir, es vivir el hoy, no el ayer y no el mañana, porque el mañana; el mañana aun no ha llegado, pero el hoy es todo tuyo, así que, ¿Abrázalo y comienza a vivir ahora!

“No dejes para mañana, lo que puedes hacer hoy” dice el refrán.

Hoy es el tiempo de perdonar, pedir perdón, abrazar y besar a tus seres amados, reír a carcajadas hasta que las arrugas de alegría se marquen en el rostro. Tiempo de agradecer y dejar las quejas a un lado, de escuchar a los hijos mirándolos a la cara y decirles: ¡Te amo! Hoy es tiempo de poner orden a nuestra vida, de soltar la culpabilidad y el pasado y vivir cada minuto, cada hora, cada día cómo si fuera el último. Lo importante no es cómo inició tu vida y la mía sino, cómo ésta termina. ¡Hoy es tu oportunidad de comenzar de nuevo!

“Este es el día que hice, gózate y alégrate en él”

(Tu diseñador)

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